BREVE RESUMEN HISTÓRICO
El podenco ibicenco
(Ca eivissenc) es una raza canina española autóctona de Ibiza. Posiblemente fue llevado a esta isla por los
Fenicios, los Cartagineses y, posiblemente, por los Romanos, es pues, un tipo
de perro primitivo y rústico, siendo una de las razas más antiguas que existen
y pueden verse en las tumbas de los faraones y museos cuyos primeros indicios
se remontan al 3.400 A.C.
BREVE DESCRIPCIÓN
El “Ca eivissenc” es una
raza elegante y ágil, con un esquema atlético y atractivo, y con un trote
elástico. Aunque en apariencia elegante, es una raza resistente. Sus grandes
orejas en posición vertical, son un sello distintivo de la raza. El cuello es
largo y delgado. Tiene un frente único, espalda, hombros y parte superior del
brazo relativamente sencillos. Son de color rojo, blanco o una combinación de
rojo y blanco. Su nariz es de color carne, como las orejas, párpados, y los
cojinetes de los pies. Sus ojos son de color ámbar sorprendente y tienen una
expresión alerta e inteligente. El podenco ibicenco puede variar en altura
desde 61 a 74 cm y pesan de 20 a 29 kg, los machos son más grandes que las
hembras.
UTILIZACIÓN
Se emplea, sobre todo, en la
caza del conejo sin escopeta, de día y de noche, pues los levantan fácilmente,
incluso en lugares de mucha vegetación debido a la finura de su olfato, pues se
vale más de él y del oído que de su vista.
Por su agilidad y astucia pronto cobran la pieza, sobre todo cazando
juntos varios perros; al mostrar un perro una pieza los otros lo rodean a
cierta distancia acechando el paso de aquella, sólo laten cuando ven u oyen la
pieza y también cuando la han encerrado, todos ellos muestran y cobran la pieza
volteando la cola durante la misma, la muestra la rompen con facilidad. También es utilizado para cazar liebres y
caza mayor. Son buenos cobradores. Para formar jaurías se emplean, salvo
excepciones, hembras y a lo más un macho, pues éstos no se ayudan cazando y son
pendencieros. Cuando una jauría ha
cogido algunos miles de conejos se da la peculiaridad de que algunos perros de
la misma, ya no cazan hasta después de un largo descanso. A esto se le llama “Enconillarse”.
Monumento de homenaje al podenco ibicenco, obra del escultor Andreu Moreno, instalado en la rotonda de entrada en el Paseo Marítimo de Eivissa
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